UN DÍA SOLEADO
Era un día
soleado y me sentía bien. Bajábamos por las escaleras del Martínez
Uribarri cuando sonó un gran estruendo. Nos miramos asustadas y
empezamos a correr hacia la salida. Aquello no era normal. Al salir
al patio vimos un asteroide que se aproximaba a nosotras a gran
velocidad. Al segundo vimos llamas acercándose y ahí es cuando
temimos por nuestras cortas vidas. A continuación, siluetas extrañas
se aproximaban. Estábamos confundidas y no sabíamos qué hacer así
que, decidimos quedarnos quietas. Nuestras caras palidecieron al ver
aquellos monstruos de color verde que se nos abalanzaban. Resulta que
no era un asteroide, era un platillo volante. Después de veinte
años, me dejaron volver a la Tierra.
Por: Coti29
No hay comentarios:
Publicar un comentario