DEMASIADO BONITO PARA SER VERDAD
Era un sábado por la mañana, me había despertado pronto y de repente el móvil sonó era un mensaje. Miré con los ojos entrecerrados por el sueño hacia mi mesilla donde estaba mi móvil y al encenderlo no podía creer lo que veían mis ojos era un mensaje de él, aquel chico que me gustaba y decía que si quedábamos, yo le respondí que perfecto. Quedamos en la puerta de mi instituto, el IES Martínez Uribarri, me preparé corriendo y diez minutos antes de la hora en que habíamos quedado allí estaba, muertita de nervios. Después llegó él tan perfecto como siempre. Caminamos sin rumbo hablando, llegamos a la plaza y estaba sedienta por lo que le propuse ir a por un granizado, aceptó, me pidió que cogiera dos pajitas. Yo no entendía nada ¿iba a beber de mi vaso? ¿los dos del mismo? pues si esa era su idea que iba a hacer dije que sí. Fuimos a beber los dos cuando su pajita se deslizo por el vaso y llego hasta mis labios el al intentar cogerla me dio un ligero beso, nos miramos y… ¡ring! sonó el despertador, era un sueño. Claro, demasiado bonito para ser verdad.
Por:La soñadora
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